viernes, 6 de mayo de 2011

Campaña electoral. I

El Tribunal Supremo decidió en la noche del 1 de mayo dejar fuera de las elecciones las candidaturas presentadas por Bildu. Lo hizo por 9 magistrados a favor (52.9%) y 6 en contra.

El Tribunal Constitucional decidió en la noche del 5 de mayo revocar esa decisión, permitiendo a Bildu presentarse a las elecciones. Lo hizo por 6 magistrados a favor (54.5%) y 5 en contra.

Esto me recuerda el artículo que se publicó aquí mismo hace unos días. Era un cuento.

Las reacciones del PP ante una y otra sentencia no ha sido la misma. Es evidente que sólo se comparten las resoluciones que benefician los propios intereses las propias posiciones. Y, aunque de boquilla, se respetan las decisiones judiciales, la realidad es que el enfado en las listas populares es indisimulable.

Acabo de escuchar a Aguirre, candidata a la presidencia de Madrid: "Si ETA vuelve a las instituciones es porque así lo han querido los socialistas."

Si se tiene la desvergüenza de opinar que justo los jueces del Constitucional que votaron a favor de que Bildu se presente a las elecciones se han dejado presionar por el gobierno, podríamos con la misma desvergüenza opinar que los otros cinco se han dejado presionar por el PP, lo mismo que los 9 magistrados del Supremo...

Es un problema de creer o no creer en la democracia. Si no se cree en la división de poderes (y es evidente que el PP no cree en ella), no se está creyendo en la democracia.

Apuntes de campaña:

1ª pregunta de campaña: Cuando el PP gane las elecciones, ¿suprimirá el Tribunal Constitucial al que recurre cada vez que pierde unas votaciones en el Congreso? ¿Le quitará el componente de cuotas políticas que ahora tiene?
¿Verdad que no?

2ª pregunta de campaña: ¿Es lícito, en campaña electoral, mentir a sabiendas de que se está mintiendo incluso aunque esas mentiras dañen la imagen de instituciones básicas y fundamentales del Estado?
¿Verdad que no?

3ª pregunta de campaña: Viendo el júbilo con que los seguidores de Bildu han acogido la decisión del Tribunal Constitucional, ¿quiere decir que, a partir de hoy, respetan, acatan y aceptan sus sentencias constitucionales y, por tanto, respetan, acatan y aceptan la propia Constitución?
¿Verdad que no?

No hay comentarios: