Carpetazo definitivo al trasvase del Ebro.

El candidato a la presidencia del gobierno español Mariano Rajoy se ha desplazado hoy a la ciudad de Zaragoza para hacer oficial el pacto de coalición entre el PP y el Partido Aragonés (PAR) de cara a las elecciones de noviembre. Por este acuerdo, el PAR conseguirá tres senadores (uno por cada provincia) y también optaría a tener visibilidad en el Congreso de los Diputados. No es en absoluto mal negocio para un modesto partido regionalista.

Rajoy -señor Perogrullo- ha afirmado que el pacto, en el que se ha trabajado las últimas semanas, está "por encima de discrepancias políticas" y se fundamenta en el hecho de que los dos partidos firmantes están "dispuestos a sumar y a trabajar con un objetivo común". Hueca palabrería preelectoral. "El empeño es crear empleo", ha dicho Rajoy, para admitir que esto "es bueno para la gente y para el conjunto de los ciudadanos". Habló Perogrullo.

La presidenta del PP en Aragón y jefa del Ejecutivo de la Comunidad, Luisa Fernanda Rudi, ha agradecido al presidente popular su presencia en la capital aragonesa ya que, ha dicho, "el acuerdo podía haberse firmado en Madrid" y sin embargó fue Rajoy el que insistió en venir a Zaragoza y hacer oficial el pacto de coalición.

Desde Aragón se hace otra lectura más somarda*: ¿Es este acuerdo el carpetazo definitivo al trasvase del Ebro?

¿Qué opinarán de ello los graneros de votos populares que son Valencia y Murcia? ¿No tiene Valcárcel precisamente en su "agua para todos" la principal fuente (con perdón) de adhesiones traducidas a votos? Caído en desgracia Camps, ¿qué fuerza tiene la suma Fabra+Valcárcel  frente a Rudi? Un tema curioso, porque aquí el número de votos siempre jugará en contra de los aragoneses.

Por eso me extraña este pacto de coalición.

Salvo que el PAR, con tal de salvar los culos individuales de sus políticos, esté dispuesto a sacrificar y traicionar su única seña de identidad: El no al trasvase. Y todo es ya posible.

* Palabra aragonesa que identifica al que se burla de algo o de alguien de forma encubierta. Ser un somarda es ser un cabroncete que utiliza la ironía o palabras aparentemente inocuas para joder o meterse con algo o con alguien.