Repugnancia.

"Vamos por el buen camino a base de aislar la violencia, a base de unir a todas las fuerzas y a base de acción policial. El proceso y el procedimiento serán largos. No podrá haber nunca ni vencedores ni vencidos".

"La palabra rendición total es profundamente ajena a lo que puede suponer la posición del Gobierno en torno a ETA. Antes de plantearse el diálogo queremos que ETA manifieste su buena voluntad y diga no voy a matar más, no voy a extorsionar más, no voy a coaccionar más..."

Estas frases las dijo en 1997 Ricardo Martí Fluxá, secretario de Estado para la Seguridad del Ministerio del Interior dirigido por Jaime Mayor Oreja en el Gobierno presidido por José María Aznar.

(Fuente: El País)

Hoy, sin embargo, los cheerleaders mediáticos del PP dicen cosas como éstas:

"La peor traición está en que el Gobierno de Zapatero nos ha puesto a España y los españoles al nivel de los terroristas para una negociación y un acuerdo entre iguales en el que no haya ni vencedores ni vencidos. Es difícil de describir la repugnancia que produce esta canallada histórica de Zapatero y todos sus cómplices, con su constante e incansable labor abierta y clandestina para llevar a España a aceptar una renuncia definitiva a la victoria de la ley sobre sus enemigos." Hermann Tertsch en ABC.

José Antonio Vera, director de Publicaciones de ese panfleto llamado La Razón, apunta: “Lo único que le queda [a Rubalcaba] es ETA. Que la banda le salve con un comunicado en el que diga lo que él se ha venido trabajando este tiempo: la renuncia a las armas y la apuesta por la vía política”.

A mí me resultan especialmente repugnantes estos individuos que prefieren la continuidad del terrorismo de ETA a una hipotética victoria de Rubalcaba. ¿Pero no eran tan claras las encuestas que dan un triunfo arrollador y aplastante al Partido Popular?

¿Y no era precisamente "la renuncia a las armas y la apuesta por la vía política" lo que siempre se le ha dicho, se le ha pedido o se le ha exigido a ETA?

Pues para estos repugnantes bocazas, ahora no.

Es curioso que estos mezquinos que presumen de profesar la religión del amor, del perdón y de la reconciliación solo saben destilar odio, rencor y venganza.