martes, 5 de abril de 2011

Decir que me iré no es decir que me voy.

Dice Rajoy que España vive un periodo de "interinidad" tras el adiós de Zapatero, y que eso no es bueno para la marcha de la economía. Lo del adiós de Zapatero es algo que se ha encargado de remarcar la prensa afín al PP.

Zapatero ha dicho que no se presenta a las próximas elecciones, que no es lo mismo que decir adiós. En realidad, no ha dicho que se va, sino que se irá. Quien no entienda la diferencia es que debe volver a la escuela para que le den clases de gramática.

Y la diferencia está en quitar legitimidad  a los meses que quedan de legislatura. Y legitimidad la tienen toda.

Zapatero se irá cuando agote el mandato que le encomendaron las urnas. Parece lo correcto en un sistema democrático, donde las urnas y no las encuestas deciden quien gobierna.

En Estados Unidos ningún presidente puede estar más de dos legislaturas. ¿A alguien se le ocurre pensar que está interinamente el último año de mandato?

Recordemos que, aunque les moleste a algunos que volvamos a mencionar al anterior presidente, Aznar anunció que no presentaba a una tercera elección cuando aún faltaban dos años para agotar la legislatura.

Nadie habló de interinidad.

Sin embargo, al igual que ahora, se abrió un debate sucesorio en el PP que la manu militari de Aznar zanjó con la elección a dedo de Mariano Rajoy, en detrimento de Rodrigo Rato.

Rajoy y todos los suyos insisten en exigir elecciones anticipadas sabiendo que en este momento eso es legalmente imposible. Ese adelanto, que yo todavía no descarto, no podría producirse hasta el otoño de este mismo año, apenas unos meses antes de la fecha prevista. Pero insistir en esa idea uno y otro, y en sus medios de comunicación a todas horas, lleva a la ciudadanía la imagen de que los socialistas se aferran al poder o tienen miedo a las urnas.

¿Y por qué no presenta el PP una moción de censura?

Hace ya algunos meses -lo publica un medio contrario a Zapatero como es Libertad Digital-, el propio Rajoy en conversación informal con periodistas respondió a la pregunta: la aritmética en el Congreso impide ganar la moción. "Si tuviéramos mayoría, ya la habríamos presentado", vino a decir concluyente. Jugar sobre victoria segura, el muy listo, sin esfuerzo, como siempre.

Y esto añade LD: "Cierto es que el Ejecutivo, al menos antes del adiós de Zapatero, cuenta con apoyos para ir aprobando sus propuestas en el Congreso, ya sea gracias al PNV, a CiU o a ambas formaciones a la vez. Pero igual de cierto es que el PP, Rajoy a la cabeza, ha iniciado contactos fructíferos con ambos partidos nacionalistas".

Curioso es entonces que se pidan elecciones anticipadas porque, por ahora, el gobierno socialista sí tiene todavía esa mayoría suficiente para seguir gobernando.

En realidad, si tan mal está la situación y ellos saben como resolverla, por responsabilidad patriótica deberían presentar la moción de censura con todas sus consecuencias. Estoy seguro de que ganarían para las elecciones muchos votos indecisos... aunque perdieran la moción. O tal vez no la perdieran, si esos contactos con los secesionistas nacionalistas siguieran fructificando.

Lo que también sabemos es que una moción de censura obligaría al señor Rajoy a presentar un programa. Y eso ya es otro tema.

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